Hay cosas que por la rutina de lo cotidiano olvidamos preguntarnos. En esta ápoca de explosión de información debería éste tipo de falta debería considerarse crimen. Quizás porque sabemos que tenemos a la mano cualquier información, se va deteriorando nuestra duda metódica, y así atrofiamos nuestra capacidad de sorpresa.
Nuestro conocimiento no deviene de aprender memorizando, depende de la experiencia, de adentrarnos en lo que nos gusta y de las preguntas que nos hacemos.
Nuestro conocimiento no deviene de aprender memorizando, depende de la experiencia, de adentrarnos en lo que nos gusta y de las preguntas que nos hacemos.
Dentro de estas cosas simples que uno se debería preguntar, especialmente por que es lo que nos llevamos a la boca para sobrevivir en el peor de lo casos, ya que casi siempre es para disfrutar, es el origen de ciertos alimentos.
Por ejemplo los tomates, sin ninguna otra alusión a la meramente relacionada con esta fruta.
Aunque es dificil de creer, el origen del tomate es México. De hecho su nombre común es jitomate, del nahualtl xito que quiere decir rojo.
Tomates a secas son los verdes, pero no esos tomates como los de la película, esos están fritos, o aquellos mal maduros que encontramos en el supermercado. De los que hablamos en este artículo son unos tomatitos fantásticos que nacen con cáscara, medios dulces, medios ácidos y verdes por supuesto.
Con ellos se preparan en México sendas recetas de salsas y moles que acompañan desde un simple taco hasta el elaborado tamal azteca. En las mesas mexicanas siempre hay la división de a quien le gusta la salsa roja (elaborada con jitomates) y a los que les gusta la salsa verde. Es tan profundo el asunto como al equipo de futbol al que uno le va.
En Brasil, por supuesto que no existía la especie del tomate verde (Physalis angulata), también llamado tomate de cáscara, tomatillo, tomate de bolsa, etc. Pero...después de una rigurosa investigación climatológica y de fertilidad del suelo, así como de inspecciones agrícolas por los mas reconocidos órganos en cuestión, logramos LOS PRIMEROS TOMATES VERDES BRASILEÑOS!
Si señor! Bien verdes y a montones!
El lugar: la hortaliza de mis amigos Anita y Nikos; bajo la mano santa de Manuel, su casero y amigo de todos junto con su linda familia. La fecha: Diciembre de 2006. El primer plato en que fueron utilizados: El Tamal Azteca.
Aunque es dificil de creer, el origen del tomate es México. De hecho su nombre común es jitomate, del nahualtl xito que quiere decir rojo.
Tomates a secas son los verdes, pero no esos tomates como los de la película, esos están fritos, o aquellos mal maduros que encontramos en el supermercado. De los que hablamos en este artículo son unos tomatitos fantásticos que nacen con cáscara, medios dulces, medios ácidos y verdes por supuesto.
Con ellos se preparan en México sendas recetas de salsas y moles que acompañan desde un simple taco hasta el elaborado tamal azteca. En las mesas mexicanas siempre hay la división de a quien le gusta la salsa roja (elaborada con jitomates) y a los que les gusta la salsa verde. Es tan profundo el asunto como al equipo de futbol al que uno le va.
En Brasil, por supuesto que no existía la especie del tomate verde (Physalis angulata), también llamado tomate de cáscara, tomatillo, tomate de bolsa, etc. Pero...después de una rigurosa investigación climatológica y de fertilidad del suelo, así como de inspecciones agrícolas por los mas reconocidos órganos en cuestión, logramos LOS PRIMEROS TOMATES VERDES BRASILEÑOS!
Si señor! Bien verdes y a montones!
El lugar: la hortaliza de mis amigos Anita y Nikos; bajo la mano santa de Manuel, su casero y amigo de todos junto con su linda familia. La fecha: Diciembre de 2006. El primer plato en que fueron utilizados: El Tamal Azteca.
El ver y saborar estos tomates verdes, me transportá a varios cientos por no decir miles de años atrás, donde el ser humano se aventuraba no sólo a comer cosas nuevas arriesgando la propia vida, si no a domesticar especies silvestres de cultivos, y al viajar a tierras lejanas llevaba con el las semillas de sus alimentos conocidos, en la esperanza de confortarse un poco alimentándose con sabores familiares.
En esta nuestra época, globalizada, donde nada es descubierto y todo reinventado, donde cada vez el placer de lo típico es mas extinto por que se encuentra de lo mismo en todas partes, donde las artesanía clásicas de Latinoamérica se fabrican en China, los tomatitos verdes son prueba de que aun y raramente existen las sorpresas. Estos tomatitos han conquistado un país mas del continente que los vio nacer.
Como bien expresa el filósofo español López Quintás en su argumentación sobre el encuentro y el encontronazo...a veces se requiere toda una vida de acumular pequeños conocimientos y placeres, para un día, casi de la nada, tener un encuentro, lo que se traduce en una amplia experiencia estética que nos llena de placer.
Qué cosa mejor puede haber que el ver los frutos conocidos en tierra de amigos? Gracias Nikos y Anita por prestarme su tierra amiga, por los cuidados de los tomatitos y la aventura del experimento! A Manuel por permanentemente tomar cuenta de ellos, e inclusive, ya haber preparado las semillas para el segundo cultivo que ya está casi en flor!Gracias Carmen por inventar platos con ellos y con todo cuidado, lavarlos y pelarlos!
Y bueno, les invito a pensar que sería de la comida internacional sin los tomates....cómo serán las pizzas....en general cómo sufriría la comida italiana, por ejemplo, no?
Para quien quiera saber mas sobre los tomates verdes los coloco aquí un site técnico,
http://www.teorema.com.mx/articulos.php?id_sec=47&id_art=2605&id_ejemplar=77
Y a los mas eufemistas les invito a que vean las fotos del momento cumbre de los tomatitos siendo cocinados.
http://picasaweb.google.com/luisahinojosa/
En esta nuestra época, globalizada, donde nada es descubierto y todo reinventado, donde cada vez el placer de lo típico es mas extinto por que se encuentra de lo mismo en todas partes, donde las artesanía clásicas de Latinoamérica se fabrican en China, los tomatitos verdes son prueba de que aun y raramente existen las sorpresas. Estos tomatitos han conquistado un país mas del continente que los vio nacer.
Como bien expresa el filósofo español López Quintás en su argumentación sobre el encuentro y el encontronazo...a veces se requiere toda una vida de acumular pequeños conocimientos y placeres, para un día, casi de la nada, tener un encuentro, lo que se traduce en una amplia experiencia estética que nos llena de placer.
Qué cosa mejor puede haber que el ver los frutos conocidos en tierra de amigos? Gracias Nikos y Anita por prestarme su tierra amiga, por los cuidados de los tomatitos y la aventura del experimento! A Manuel por permanentemente tomar cuenta de ellos, e inclusive, ya haber preparado las semillas para el segundo cultivo que ya está casi en flor!Gracias Carmen por inventar platos con ellos y con todo cuidado, lavarlos y pelarlos!
Y bueno, les invito a pensar que sería de la comida internacional sin los tomates....cómo serán las pizzas....en general cómo sufriría la comida italiana, por ejemplo, no?
Para quien quiera saber mas sobre los tomates verdes los coloco aquí un site técnico,
http://www.teorema.com.mx/articulos.php?id_sec=47&id_art=2605&id_ejemplar=77
Y a los mas eufemistas les invito a que vean las fotos del momento cumbre de los tomatitos siendo cocinados.
http://picasaweb.google.com/luisahinojosa/
2 comentarios:
Que tal plantar unos chiles jalapeños ? Ficam excelentes naquela receita de pickles de pepino ...
Aunque no lo creas ya estoy preparando las semillas, y mejor ni preguntes de donde las saqué...
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